El huevo es un elemento que varios animales crean para reproducirse, ya que de ser fecundados de allí nacerá un nuevo individuo de la especie. Tanto animales como insectos ponen huevos y el tiempo de incubación es variable, pero suficiente para permitir que la célula animal que le dio origen se replique para ir formando ese embrión.
Los huevos más conocidos son los de aves y reptiles ovíparos, los cuales en su mayoría se incuban fuera del cuerpo de la madre ya sea en nidos o lugares protegidos donde estén a salvo de los depredadores. Existe solo un mamífero que pone huevos: El ornitorrinco, una especie bastante extraña. Dentro del mundo de la ciencia hay una disciplina dedicada al estudio de los huevos conocida como oología.
Cuando el huevo se incuba dentro del cuerpo de la madre se le denomina ovoviviparismo, siendo propio de peces y ciertos reptiles. Ejemplos de este tipo de animales son las serpientes, camaleones y tiburones entre otros y, el huevo puede salir del organismo de la madre al momento del nacimiento o durante alguna de las etapas de gestación.
Las avestruces son los animales que ponen los huevos más grandes, mientras que los más pequeños corresponden a los del colibrí zunzuncito. Los primeros pueden llegar a medir 25 centímetros de largo y, los segundos solo alcanzan los 2,5 centímetros de diámetro.
Los huevos no fecundados de aves de de corral son considerados un alimento para humanos, gracias a su inmensa cantidad de nutrientes. Si quieres saber qué hay en un huevo, les contamos cuál es la composición de este elemento tan interesante para comprender la reproducción animal.
Exterior del huevo
La capa exterior de un huevo está compuesto por una cáscara dura que protege al huevo de posibles daños. La cáscara de está formada principalmente de carbonato cálcico y, sus colores pueden variar dentro de una misma especie, siendo lisos al tacto.
La cáscara del huevo es porosa permitiendo que gases entren y salgan a través de su superficie y el embrión respire, pero cuidando que virus y bacterias no ingresen al huevo poniendo en riesgo su interior. Para ello se cubren con una película muy delgada compuesta principalmente por proteínas, además de carbohidratos y lípidos. El huevo de una gallina puede llegar a tener 7500 poros.
Interior del huevo
El interior del huevo está formado por varios elementos que buscan proteger su centro, es decir la yema, la parte más importante del huevo.
Clara
La clara o albumen es una membrana semi gelatinosa compuesta de dos tipos de elementos: Uno más fluido y que está junto a la cáscara y, otro de mayor densidad que envuelve a la yema. La composición de esta parte del huevo es principalmente agua y proteínas, además de ciertas vitaminas y aminoácidos.
Yema
La yema o vitelo es el centro del huevo y en la que se desarrolla el embrión en el caso de que el huevo sea fecundado. Separada de la clara por la llamada membrana vitelina, contiene todos los nutrientes provenientes del citoplasma del óvulo original de la ave que pone ese huevo. Es posible, aunque poco probable, que un huevo tenga dos yemas.
La yema del huevo se compone de dos partes principales: Disco germinal y el vitelo. El primero es el núcleo de la célula que dio origen al huevo y la base para el desarrollo del embrión, mientras que la segunda contiene los nutrientes que permitirán el desarrollo del polluelo antes de nacer, siendo menor en volumen que el disco germinal.