La lengua es el órgano que permite a los humanos sentir los sabores, estando ubicada en la cavidad oral. Formada por músculos y receptores, puede realizar una serie de movimientos que, entre otras cosas, posibilitan que la persona pueda hablar, ya que se conecta directamente con el área de Broca del cerebro recibiendo órdenes.
Con una longitud de 10 centímetros en promedio, la lengua humana se ubica en la parte inferior de la boca y, además de colaborar con el sistema nervioso, también lo hace con el digestivo gracias a la secreción de enzimas necesarias para digerir alimentos.
La lengua es extremadamente versátil y muy fuerte, con una composición que le permite realizar todas sus funciones gracias a una organización que pone a trabajar sus diferentes partes, para lograr los objetivos para los que está hecha.
Forma y estructura de la lengua
La lengua tiene forma de cono y su estructura se define por caras y bordes, cada uno con una función. Así tenemos:
- Cara superior: Allí se hallan la mayoría de las papilas
- Cara inferior: Se une con el suelo de la boca y, por allí salen las sustancias que secretan las glándulas salivales
- Bordes linguales: Están entre ambas caras y tienen componentes con la capacidad de filtrar bacterias
- Punta de la lengua: Acá se siente el primer gusto de los alimentos al masticar
- Base de la lengua: Es la parte final de la lengua, la más gruesa y ancha de este órgano y que se une con los huesos y músculos de la zona
Músculos
La lengua humana tiene 17 músculos que se dividen en extrínsecos e intrínsecos, los cuales están presentes en sus lados en forma de pares, solo uno un gemelo. Los músculos de la lengua posibilitan todos sus movimientos, desde los más básicos a los específicos para cada función.
Mucosas y membranas de la lengua
La lengua está cubierta por capas de mucosa y membranas, además de glándulas que secretan enzimas que permiten al sistema digestivo preparar los alimentos para comenzar con el proceso de digestión.
Papilas gustativas
Las papilas gustativas están en la membrana de lengua y su función es captar el gusto de cada alimento y enviar una señal al cerebro para que lo interprete, permitiendo así que podamos sentir su sabor.
En promedio una persona tiene 10 mil papilas gustativas, las cuales se pueden clasificar en cuatro tipos según su forma: caliciformes, foliadas, filiformes y fungiformes.
Las papilas se distribuyen en la lengua en forma triangular, siempre en los bordes de la cara superior de este órgano sensorial. Su ubicación no influye en el tipo de sabor que percibe, siendo esta una creencia antigua y que la ciencia se encargó de desmitificar.
Las papilas de la lengua humana sienten cinco sabores: Dulce, salado, ácido, amargo y agrio, ello a través de reacciones de moléculas con el receptor específico, que luego envía la información al cerebro dando paso a la percepción del sentido del gusto.