Un juicio penal es aquel en que un fiscal enjuicia a un particular que cometió un delito tipificado en el código penal. Acá puede o no haber una víctima individual, aún así esta solo podría actuar en calidad de testigo, ya que el querellante es la fiscalía o el Estado, algo que puede estar determinado en la Constitución del país.
A diferencia de un juicio civil, un juicio penal puede tener penas de cárcel o fuertes multas que no van a la víctima, la cual podrá hacer por su lado un juicio civil. Este tipo de procedimientos judiciales son diferentes en cada país, pero suelen tener un proceso similar.
Partícipes de juicio penal
En un juicio penal participan dos partes:
Parte acusada: Es decir quién o quiénes supuestamente cometieron la falta tipificada en el código penal. Estos pueden tener un abogado defensor privado o, en caso de no tener recursos para pagarlo, acceder a un defensor público.
Parte acusadora: Es quién o quiénes acusan del delito y mediante el uso de pruebas buscan una condena para el supuesto culpable, ello mediante un juez o jurado.
Acusación y orden de investigación
Antes de llegar a un juicio penal, la fiscalía debe tener reunir suficientes pruebas para acusar a una o varias personas de cometer este delito, lo que se logra con la ayuda de la fuerza policial encargada de detener y realizar la investigación preliminar.
Los acusados son detenidos y se presentan ante el juez en una audiencia de detención. El juez determina si las pruebas son suficientes para proceder con un juicio penal, dándole a la fiscalía un tiempo para investigar. Dependiendo del delito, los acusados pueden quedar en prisión preventiva, domiciliaria o en libertad mientras dure la investigación.
Preparación del juicio
En la preparación del juicio, la fiscalía busca reunir las pruebas que logren demostrar más allá de la duda razonable que él o los acusados son culpables. Ello se logra mediante procesos forenses y el testimonio de testigos.
Juicio
El juicio, que puede ser oral o no, es el espacio en que las partes acusadas y acusadoras presentan sus pruebas en busca de aclarar si quien está siendo imputado es culpable o inocente. Dependiendo de la severidad o la cantidad de evidencia a presentar, puede durar un par de horas o extenderse por semanas.
Al finalizar al juicio, el juez o jurado, según corresponda, determinará si la persona es culpable o inocente. La culpabilidad debe probarse más allá de cualquier duda razonable.
Sentencia
Si él o los acusados son considerados culpables, el último paso de un juicio penal es la sentencia, la cual entrega el juez considerando entre otros aspectos agravantes, atenuantes, comportamiento anterior y, por supuesto, los castigos que el código penal describe para el tipo de delitos cometidos.
Sobre todo en delitos menores, es posible que la fiscalía quiera evitarse la molestia de un juicio y haga un trato con la parte acusada para que ésta se declare culpable, recibiendo así una sentencia menor a la que se expondría si se enfrenta a un juez.